LOS TRES JUANES JUAN MONTALVO JUAN LEON MERA JUAN BENIGNO VELA


Capital de la provincia de Tungurahua, Ambato es conocida como la "Tierra de los Tres Juanes" en honor a sus respetables ciudadanos Juan Montalvo, Juan León Mera y Juan Benigno Vela, tres intelectuales que han puesto en alto el nombre de Ecuador.
Se la conoce además como la "Tierra de las Flores y las Frutas", por su gente trabajadora y su geografía y clima privilegiados que la han convertido en tierra de comercio para productos agrícolas de primera calidad.
La belleza de la ciudad moderna se cobija bajo las faldas del maravilloso Tungurahua. La urbe se encuentra a 138 km al sur de Quito y cuenta con todas las facilidades para el visitante, desde infraestructura hotelera, hasta los mejores paisajes naturales a las afueras y alrededores de la urbe. Entre los principales atractivos están las quintas de los Mera y los museos que guardan un armónico estilo colonial en medio de verdes jardines.
No se puede hablar de Ambato sin hablar de la Fiesta de las Flores y las Frutas (FFF) que se realiza en los días de Carnaval, en el mes de febrero, y que es la más colorida del año, cuyo evento principal es la Feria Taurina, una de las más grandes del país, después de la de Quito. Estas festividades son motivo de reunión de aficionados de todo el país y de exposiciones culturales y artísticas.
Los alrededores no dejan de sorprender al turista, quien tiene que visitar el poblado de Pinllo, a 15 minutos de la ciudad, sobre el barrio de Ficoa. Es famoso por la elaboración del pan de Pinllo y el plato típico que es la gallina de Pinllo.
A treinta minutos de Ambato, se encuentra el pueblo de Quisapincha, donde el visitante puede encontrar los mejores artículos de cuero y a precios muy económicos. Los negocios son familiares.
Hay muchos sitios de interés alrededor de la urbe, pero lo que no se puede dejar de apreciar es el increíble paisaje que ofrece la cordillera de los Andes donde resaltan los imponentes Chimborazo, Tungurahua y Carihuairazo.
En los primeros años del siglo 16, durante la exploración y conquista del territorio de Quito, los españoles atravesaron algunas veces por la región Andina y al parecer les llamó la atención las bondades de la tierra y sintieron admiración por el taita Chimborazo y la mama Tungurahua.
Así entre 1534 y 1539, por órdenes de Gonzalo Pizarro, se erigió un poblado español en el sector de la actual ciudad de Ambato.
Al llegar el año de 1570 se fundó el asiento de Ambato por órdenes de la Audiencia de Quito, mientras Fray Luis López de Solís, obispo de Quito; creó la parroquia eclesiástica de Ambato en 1594.
El violento terremoto del 20 de junio de 1698 destruyó la ciudad, pero la reconstrucción de la ciudad fue una disposición inmediata que inició el 13 de agosto del mismo año.
Desde entonces la fuerza de empuje y desarrollo se evidencia en cada actividad que los ambateños, nativos y de corazón, forjan día a día en su quehacer para que la ‘Tierra de las flores y las frutas’ destaque entre las mejores por ser un ejemplo de trabajo y progreso.